Presentación
Prof: Aguirre, Jessica Erminia
Dirección de Investigación Educativa
Prof: Neziz, José Alfredo
Palabras iniciales
El presente número de la Revista Educativa Pluriverso, se constituye por la selección de una serie1 de escritos que fueron elaborados en el proceso de formación en investigación educativa desarrollado en el periodo 2020- 2021; iniciativa impulsada por la Dirección de Investigación Educativa (DIE) del Ministerio de Educación, Ciencia, Cultura y Tecnología del Chaco. Para ello, se convocó a los integrantes de los equipos de investigación de los distintos Institutos de Educación Superior (IES) de la provincia, para examinar diversas problemáticas desde una perspectiva basada en la indagación pedagógica, narrativa y autobiográfica de sus prácticas y propias experiencias (Suarez y Metzdorff, 2020).
La observación de los fenómenos que se presentan en el ámbito educativo bajo esta línea de investigación, no solo permiten producir un conocimiento que invita a la reflexión y puesta en valor de las acciones pedagógicas que se desarrollan en determinados espacios, contextos y escenarios institucionales, sino también la producción de fuentes documentales que emergen de los propios actores que se permiten repensar y acercarnos a las realidades y dinámicas que tienen lugar cotidianamente en el entorno escolar a través de sus relatos. No obstante, realizar un aporte significativo en el campo del conocimiento, representa un desafío y la necesidad de una constante formación tanto disciplinar como en otras áreas y desarrollar competencias que hacen a la actividad investigativa.
Bajo esta premisa, tras un largo trayecto en el proceso de edición de la revista Pluriverso, consideramos esta ocasión como la oportunidad para brindar algunas observaciones, sobre un componente que acompaña y cumple una función imprescindible en toda investigación, ya que sin ella la difusión de los resultados y su publicación a la comunidad científica se vería dificultada; y con ello nos referimos al proceso de escritura.
El estudio sobre la problemática de la escritura académica, ha sido examinada por diversos autores (Carlino, 2005a; 2015; 2017; Carlino y Martínez, 2009;; Sáez A., 2016; Jofre et. al, 2012; Lorente Rodríguez, 2019; Zárate Fabian, 2017; Laco, Natale y Ávila, s/f) debido a que las dificultades para la elaboración de textos académicos se visualizan de forma reiterativa en los espacios de formación superior.
Pese a ello, más que cristalizar las obstrucciones o causas que la provocan y perpetúan, buscamos ofrecer algunas apreciaciones sobre el rol que ocupa la escritura en la investigación, con el fin de demostrar el potencial epistémico de la misma, para producir y transformar el conocimiento, como también visibilizar la instancia de planificación e introspección que involucra (Jofre, et. al., 2012, p. 202).
En este sentido, Sáez A. (2016) alude explícitamente que la “redacción desempeña un lugar central desde el comienzo de la investigación hasta su conclusión (…) y representa una habilidad imprescindible del académico (…) en tanto que en el orden escrito se reflejan formas de pensamiento y de organización lógica de la información” (p. 302). Sin embargo, alcanzar esta idoneidad requiere asumir y desarrollar una serie de prácticas que tienden a generar una articulación directa entre la actividad investigativa y la redacción.
El acto de escribir: un quehacer permanente
Generalmente, cometemos el error de colocar la redacción de nuestros trabajos como la instancia final de nuestras indagaciones; y las consecuencias de esta decisión, produce sus efectos cuando nos vemos frente a la necesidad de presentar los resultados en un encuentro de difusión o comunicación académica.
En ese momento, precisar con claridad el tema, propósito y el objetivo del texto, ordenar y relacionar las ideas de forma coherente, pensar en quiénes serán o pueden ser los lectores, escoger el género más adecuado, esto dependiendo del ámbito en el cual se verá inmerso (monografía, informe de investigación, artículo de divulgación, artículo científico, ensayo o ponencia2) (Martín Sánchez, 2015); se convierte en un proceso que no se puede realizar de forma inmediata; y si así lo fuere, puede resultar complicado atender a todas estas cuestiones, que ameritan espacios de reflexión continua, reorganización permanente de la información y, por sobre todo, de una relectura crítica por parte del autor.
Paula Carlino (2006) nos ofrece una experiencia en la preparación de una conferencia3 que refleja estos puntos diciendo ”Mis diez años de trabajo en el tema no implicaron que yo pudiera venir a “hablar con lo puesto”. Tuve que reconstruir y repensar eso que sabía, y me llevó unos diez días completos poder hacerlo” (p. 6). Esta breve referencia, nos permite entender a la escritura como un oficio, una práctica que debe estar en un ejercicio constante, que constituye un aprendizaje inacabado; alusiones que debería ocupar un lugar esencial para todos aquellos escritores que inician o ya cuenta con alguna experiencia en la difusión, comunicación y publicación de sus trabajos de investigación (Sáez A., op. cit., p. 307-308), y por sobre todo, demuestra la dedicación constante y el compromiso ético y profesional que atraviesa a la producción del conocimiento.
Dicho esto, cabe mencionar algunos de los procedimientos que debemos tener presente para poner en consideración nuestras producciones cadémicas y desenvolvernos de la forma lo más conveniente posible para alcanzar la publicación de los trabajos. En primera instancia, interiorizarte sobre los aspectos formales que todo trabajo científico-académico4 debe contener, permite anticipar los posibles motivos que retrasen la aceptación o incluso pongan en consideración el rechazo del texto.
En este sentido, conocer los diferentes tipos de citado y los estilos existentes (APA, Chicago, MLA, Vancouver, etc.), las funciones que cumplen las notas al pie, como se construye el resumen y cuál es su finalidad, de qué manera se aplican las abreviaturas (Ídem, Ibidem, Op. cit.) para facilitar la descripción bibliográfica empleada (Pérez Borges, 2010), forman parte de los parámetros y criterios generales que se deben acatar a la hora de escribir.
En segundo lugar, otro aspecto que se encuentra ligado a lo mencionado anteriormente, se basa en indagar en los lineamientos que establece el lugar en donde se remitirá el texto como propuesta para su publicación. Generalmente, las revistas científicas, elaboran directrices o normas para los autores, con el fin de brindarles las pautas que deben tener en cuenta para enviar los escritos, para su respectiva evaluación y así considerar su contribución en un determinado volumen o número. Del mismo modo, en los congresos, jornadas y encuentros, las instituciones referentes envían las circulares en las cuales se establecen las características que deben reunir los textos, para poder participar, todo ello dependiendo si el tema estudiado por el autor se encuadra en algunos de los ejes que se proponen en el evento.
Asimismo, estas consideraciones también permiten comprender las distintas instancias que recorren los trabajos hasta el momento de su publicación. En muy pocas ocasiones un texto transita el proceso de evaluación y edición, sin recibir observaciones que indican la necesidad de correcciones; los motivos pueden incluir aspectos metodológicos, gramaticales, ausencia de datos, falta de especificaciones de las fuentes empleadas, o el simple hecho de no haber referenciado una determinada obra con el estilo sugerido. Ante esta situación, el destino del escrito depende de forma directa de las acciones que realice su autor para que pueda llegar a ser publicado. De esta manera, es de suma importancia tomarse el tiempo para realizar las modificaciones pertinentes, y no pensar que estas indicaciones ponen en duda el contenido o la factibilidad del texto propuesto, sino que corresponde a una secuencia de pasos que se encarga del tratamiento exhaustivo de una producción que es resultado de un estudio, que intenta brindar nuevas respuestas a una determinada problemática, o como ocurre en esta oportunidad con las contribuciones de los equipos de los IES de la provincia, poner al alcance sus experiencias que emergen de la praxis en sus respectivos contextos educativos en donde se desempeñan, y así abrir nuevas líneas de acción pedagógicas atendiendo a las necesidades locales.
Para concluir, cabe destacar que el entrenamiento de la escritura acompañada de la actualización continua de los patrones sobre los que se asienta el campo académico-científico, son exigencias a la que se enfrenta todo aquel que quiera desempeñarse dentro del ejercicio de la investigación; un área que demanda la construcción de una sólida y constante formación y perfeccionamiento, como también de la voluntad necesaria para transitar este camino.
Referencias bibliográficas
Botta, M. (2002) Tesis, monografías e informes. Nuevas normas y técnicas de investigación y redacción. Buenos Aires, Biblos, pp. 19-24.
Carlino, P. (2005) La escritura en el nivel superior. La Gaceta, N° 418. Recuperado de https://pesmartinez-sjn.infd.edu.ar/sitio/curso-de-ingreso%202018/upload/La_escritura_en_el_nivel_superior.Doc2.pdf
Carlino, P. (2006) La escritura en la investigación. Documento de trabajo N° 19. Conferencia del Seminario Permanente de Investigación de la Maestría en Educación de la UdeSA. Universidad de San Andrés.
Carlino, P. y Martínez, S. (2009) La lectura y la escritura: un problema de todos. Educo, Universidad Nacional del Comahue, Neuquén.
Carlino, P. (2017) Leer y escribir en las ciencias sociales en universidades argentinas. Enunciación, 2 (1): 110-124.
Pérez Borges, A. (2010) Empleo de citas y referencias bibliográficas en trabajos científicos. Documentación de las Ciencias de la Información, vol. 33, 185-189.
Saéz A. H. E. (2016) (Comp.) Cómo investigar y escribir en ciencias sociales. Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco, División de Ciencias Sociales y Humanidades.
Suárez, Daniel H. (2007): Docentes, narrativa e investigación educativa. La documentación narrativa de las prácticas docentes y la indagación pedagógica del mundo y las experiencias escolares En Sverdlick (comp.). La investigación educativa educativa: una herramienta de comunicación y acción. Noveduc, Buenos Aires.
Suárez, Daniel H y Metzdorff Valeria M. (2020): Políticas de desarrollo de la investigación educativa en la jurisdicción. Documento de Trabajo. Ministerio de Educación Zárate Fabían, M. C. (2017) La escritura académica: Dificultades y necesidades en educación superior. Edu. Sup. Rev. Cient. Cepies, 2 (1): 46-54.
1 Resulta necesario aclarar que los artículos que conforman el presente número de la revista, no representan a la totalidad de las producciones elaboradas en el transcurso de la formación en investigación educativa; sino más bien, por cuestiones de edición y tiempo, se optó por esta serie quedando reservados los restantes artículos para los número posteriores.
2 Botta, M. (2002) Tesis, monografías e informes. Nuevas formas y técnicas de investigación y redacción. Buenos Aires, Biblos.
3 Dicha exposición se realizó en el Seminario Permanente de Investigación de la Maestría en Educación de la UdeSA, el 12 de noviembre de 2005.
4 En los últimos años, han proliferado los cursos y talleres de perfeccionamiento sobre la escritura, producción y difusión académica. Gran parte de ellas, son generados por distintas instituciones de formación tanto públicas como privadas (universidades, institutos, organismo de promoción de la ciencia y tecnología como el Conicet, etc.); siendo el origen de estas propuestas el escaso fortalecimiento que los estudiantes, docentes y otros profesionales, tienen en su paso por los estudios superiores sobre la temática. Ver Carlino, P. (2005) La escritura en el nivel superior. La Gaceta, N° 418. Recuperado de https://pesmartinez- sjn. infd.edu.ar/sitio/curso-de- ingreso%202018/upload/La_escritura_en_el_nivel_superior.Doc2.pdf
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