Finalizó el Proyecto de Mejoramiento de la Educación Rural (PROMER) El significado de su implementación en la Provincia del Chaco.
Liliana Fernández
Programa Nacional – PROMER
limefe_14@yahoo.com.ar
El Proyecto de Mejoramiento de la Educación Rural (en adelante, PROMER) fue creado con el fin de acompañar al Área de Educación Rural, brindando atención específica a los niveles obligatorios de la educación en ámbitos rurales.
Dicho proyecto fue financiado por el BIRF (Banco Iberoamericano de Reconstrucción y Fomento), y puesto en acción en el marco de los préstamos 7353 AR[1]y 8452 AR,[2] cuyos convenios fueron firmados por los respectivos ministros de Educación de la Nación y de la Provincia del Chaco.
Ilustración N°1: PROMER I y II, 13 años atendiendo a la Educación Rural.

Desde nuestra jurisdicción, participamos de las dos etapas del proyecto: en cuanto al PROMER I, el trabajo que abarcó desde el año 2008 al 2014 priorizando su atención en los niveles inicial y primario; mientras el PROMER II tuvo vigencia desde el año 2015 hasta el 2021, y fue circunscripto al nivel secundario.
La necesidad de abarcar el contexto rural en particular obedeció a las demandas propias de estás comunidades, que requerían una planificación definida en función de las características comunes. Entre las que sobresalían al inicio de la propuesta, podrían enumerarse las desigualdades estructurales que atravesaban las poblaciones de las zonas alejadas de los centros urbanos, traducidas en la falta de acceso a servicios básicos; las bajas tasas de inscripción de estudiantes; el alto grado de repitencia y el desarraigo familiar de los pobladores a temprana edad, al tener que dejar sus hogares en busca de trabajo, y truncar los sueños de la continuidad escolar.
Las líneas de acción fundamentales se enmarcaron en función de la mejora en las condiciones de funcionamiento y calidad educativa de las escuelas en este contexto, la expansión de la cobertura y mejoramiento de la promoción y egreso del número de estudiantes, el arraigo de los estudiantes y el fortalecimiento de la gestión institucional.
Orientados por las líneas mencionadas y los marcos del manual operativo, desde PROMER I y II financiamos:
- Materiales didácticos básicos y equipamiento para la enseñanza.
- Libros y manuales didácticos.
- Máquinas y herramientas.
- Kits de ciencia para laboratorios.
- Elementos para actividades de educación física: colchonetas, pelotas, redes, etc.
- Útiles escolares.
- Recursos tecnológicos para la transmisión de la señal del Canal Educativo.
- Kits informáticos: TV, DVD, proyectores con soportes pedagógicos para el trabajo de los docentes y los estudiantes.
- Recursos materiales y pedagógicos para el apoyo de la Educación Intercultural Bilingüe.
- Capacitaciones específicas para directores y docentes del ámbito rural.
- Recursos para el funcionamiento de los agrupamientos de escuelas conformadas para una mejor gestión y optimización de los recursos.
- Obras de infraestructuras para los establecimientos educativos.
- Nuevos edificios.
- Ampliaciones.
- Refacciones.
- Construcción de juegotecas, laboratorios, aulas informáticas.
- Obras Covid-19.
- Equipamiento y mantenimiento de establecimientos educativos.
- Provisión de mobiliario escolar.
- Artefactos y muebles para cocinas, baños, etc.
- Proyectos escolares productivos de base local.
Financiamiento de proyectos con énfasis en el enfoque del desarrollo rural local.
La jurisdicción acompañó la expansión de derechos, con la efectivización de decisiones políticas de alta relevancia, tales como:
- La creación de la Dirección Provincial de Educación Rural.
- La creación de cargos de las áreas especiales.
- La creación de los ciclos básicos secundarios -más tarde, escuelas de nivel secundario.
- La extensión de la Educación Superior-más recientemente.
Ilustración N° 2: Algunas imágenes que dan cuenta de las acciones realizadas por PROMER I y II.



A partir de lo planificado y ejecutado durante 13 laboriosos años, en la actualidad, visualizamos una realidad completamente diferente de la que encontramos en el ámbito de la Educación Rural en la provincia del Chaco. Lejos de negar las deudas históricas que aún persisten y entendiendo que el Estado debe seguir acompañando responsablemente al contexto, pienso que no puede desconocerse que los caminos recorridos en el marco del PROMER, han dejado huellas más que importantes en la vida escolar y de toda la comunidad.
Con la convicción que las políticas públicas son planificadas y ejecutadas como una forma de evidenciar un Estado presente y en movimiento, puedo testificar que PROMER fue un proyecto que ofició como medio y fuente de desarrollo de la Educación Rural en nuestro país y, muy especialmente, en nuestra provincia.
Desde mi experiencia particular como coordinadora en las dos etapas del proyecto, puedo afirmar con seguridad que la provincia del Chaco logró el objetivo central de apoyar la política educativa y generó situaciones de equidad en uno de los ámbitos de la provincia con mayor cantidad de establecimientos educativos, con mayor dispersión geográfica y con poblaciones más desfavorecidas. De esta manera, las acciones realizadas se orientaron a promover y salvaguardar derechos básicos de la totalidad de la comunidad educativa, de manera que la prioridad de los directivos y docentes, fuese la de enriquecer los procesos de enseñanza aprendizaje de cada estudiante.
Además, hay un aspecto particular en los contextos rurales y es que, en estos ámbitos, la escuela se plantea como el centro de la comunidad, es decir, se encuentra abierta para todas y todos. Por lo tanto, las acciones de PROMER I y PROMER II respaldaron de manera integral la política educativa del Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología de la Provincia del Chaco, no sólo contribuyeron a perfeccionar la calidad educativa de los estudiantes, sino que promovieron el desarrollo y mejora de la calidad de vida de la población de los alrededores de las instituciones involucradas.
En síntesis, con la implementación del PROMER I y II, logramos:
- El aumento de la matrícula escolar.
- El mejoramiento de las tasas de repitencia y promoción.
- La mejora en la infraestructura edilicia y en el equipamiento escolar.
- La capacitación de docentes en atención de plurigrados y pluriaños.
- La integración de las instituciones.
- El arraigo de los jóvenes a sus comunidades.
Vale precisar, también, que a lo largo del desarrollo del proyecto tuvimos las dificultades propias de la adecuación de una propuesta federal a cada realidad, pero siempre contamos con el acompañamiento de los coordinadores y responsables de provincias a nivel nacional y, además, con la de cada coordinador provincial y sus equipos, quienes trabajaron para que los resultados sean siempre los esperados.
En el sentido mencionado, va un agradecimiento especial al equipo nacional, a los coordinadores provinciales que fueron parte de la propuesta, profesores Duilio Martínez, Laura Pohorilo, Diego Rolón, a los directores de Educación Rural profesores Rodolfo Correa, Rodolfo Sandoval, a sus respectivos equipos técnicos, a María Luisa González (Baby), que como coordinadora de programas con financiamiento internacional apostó fuertemente en los inicios del proyecto, a los responsables de las áreas sustantivas: Subsecretaría de Infraestructura, Dirección General de Planeamiento y Evaluación Educativa y al área de Educación Rural, con quienes trabajamos articuladamente para la concreción de las diferentes líneas y acciones.
Me siento agradecida como profesional de la educación por haber coordinado PROMER en los inicios del Proyecto I y en la finalización del Proyecto II, porque siento que aportó a mi formación humana y me permitió confirmar con vehemencia que la patria es el otro y trabajar en consecuencia. Viví situaciones intensas que atesoran mi corazón, vivencias que pude compartir con los integrantes de los dos equipos que me acompañaron, y a quienes les tengo un profundo respeto, agradecimiento y estima. Nada hubiese sido posible sin el trabajo en equipo y el acompañamiento de ellos.
Además, me enorgullece poner en valor el arduo y comprometido trabajo de cada docente rural y los aprendizajes que he capitalizado gracias a las vivencias compartidas con cada estudiante y las familias de nuestro Chaco adentro. Cierro el PROMER con el sentimiento de que he sido, junto con otros profesionales y colegas de la educación, parte de la siembra de un grano de mostaza en pos de la garantía al derecho de la educación y la justicia social de las comunidades rurales de mi querida provincia.
Para mayor información dirigirse a:
[1] Proyecto de Mejoramiento de la Educación Rural (2008), http://repositorio.educacion.gov.ar/dspace/bitstream/handle/123456789/95772/instr_rendgastos.pdf?sequence=1
[2]Segundo Proyecto de Mejoramiento de Educación Rural (2015). https://www.argentina.gob.ar/educacion/transparencia/programas-proyectos/promer-ii.
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